Irán: auténtico,
natural y sano
Terminando mayo y aunque los
planes para las vacaciones aún no están claros, nada nos impide soñar con
lugares a donde nos gustaría viajar en cuanto podamos volver a hacerlo. Hoy le
toca el turno a Irán, el país de los bazares, las alfombras y las
mezquitas, pero también de gente amable y hospitalaria como ninguna otra, de
una gastronomía exquisita y de paisajes naturales muy poco explorados y en
muchos casos libres de infraestructura humana.
No es de extrañar que el turismo
en Irán esté creciendo a pasos acelerados después del levantamiento de las
sanciones económicas en el 2015, ubicándose entre los primeros 10 destinos
turísticos del Medio Oriente. Cada año hay más viajeros recorriendo
principalmente las ciudades históricas de Isfahán y Shiraz, que se distinguen
por su arquitectura persa y su encanto dinástico. Y cada día también hay más
agencias de turismo surgiendo por doquier para atender la demanda de personas
que se aventuran a romper con los prejuicios creados por los medios de
comunicación y adentrarse en esta maravillosa tierra, para descubrir lo que se
siente estar en la cuna de una de las civilizaciones más antiguas del planeta.
Y qué tal si como viajeros optamos
por una empresa familiar pionera, dedicada desde hace más de 10 años al turismo
responsable y sostenible? CaspianTrek se especializa en viajes
personalizados que combinan deportes de montaña, conocimiento de la naturaleza,
cultura local y tradiciones, para ofrecernos una experiencia única por las maravillosas
tierras persas.
Ponte las botas y coge la mochila
que el viaje está por comenzar!Nuestra escapada de la ciudad será para hacer treking
por la magnífica cordillera de Alborz, que se extiende ante nosotros con
toda su grandeza. Nos adentraremos en su templado bosque hircano, en compañía
de un guía local conocedor de la fauna y flora silvestre. A nuestro lado, una
mula, por si la caminata se hace muy larga o el equipaje demasiado pesado.
Quizás decidamos atravesar un glaciar o hacer cima en algún pico, para luego
llegar a poblados rurales donde pocos extranjeros han puesto el pie y donde los
habitantes nos darán la más amigable de las bienvenidas, invitándonos a sus
hogares para ofrecernos té y comida. Desde ahí alcanzaremos vistas
espectaculares del mar Caspio y quizás nos encontremos con nosotros mismos,
pues allá arriba la vida se nos muestra desde otra perspectiva. Descendiendo
por un valle, muy probablemente nos encontremos con los pastores y sus rebaños
de vacas, cabras y ovejas, y probaremos -directamente del productor- sus deliciosos
lácteos orgánicos, elaborados de manera artesanal. Todo
esto en uno o varios días de excursión, con acampada o pasando la noche en
alguna casa local, para terminar el recorrido en la costa norte del país.
Ahí, a pie de montaña, se
encuentra KhooneGeli (Casa de Barro), un refugio construido en el
año 2001 utilizando materiales naturales de bajo impacto ambiental y
materializando una filosofía de vuelta a las raíces y rescate de un patrimonio
socio-cultural, que va más allá de una moda. Nos alojaremos en este conjunto de
viviendas, que son una representación viva de la arquitectura y forma de vida tradicional
de esta región, muy en armonía con el entorno y también muy en contraste con
las construcciones modernas de la zona. La casa y su particular encanto han
servido de inspiración a otros jóvenes y emprendedores para construir, rescatar
y reformar otras viviendas similares en el área, y convertirlas en casas
rurales que ahora funcionan también como alojamiento para turistas nacionales y
extranjeros.KhooneGeli se ubica dentro de una finca de naranjos
donde podremos sentirnos como en casa o, como muchos huéspedes reconocen, como
en “casa de nuestros abuelos”. Respiraremos paz, calma y silencio, nos
levantaremos al cantar el gallo, seremos atendidos con aire familiar y
probaremos la comida y los sabores más característicos del país, difíciles de
encontrar en cualquier restaurante. Y es que la gastronomía de esta región es
reflejo de la abundancia que ofrece su naturaleza y de la dedicación de sus
gentes para sembrar y prepararla. Los platos que degustaremos en la terraza de
este hogar honran las tradiciones gastronómicas del norte de Irán y son
elaborados con ingredientes locales frescos, estacionales y ecológicos, cosechados
en su mayoría por los propios vecinos. Podremos escoger la opción vegetariana,
con productos, hierbas y especies
tradicionalmente combinados para sorprendernos y convertir nuestro viaje
en una aventura culinaria paradisíaca.
Pero este sueño no acaba aquí.
Podríamos también escoger un tour por el desierto bajo el techo celestial,
hacer esquí en las montañas al norte de Teherán, convivir con una familia
nómada y descubrir el resto del país según nuestras preferencias, alejados del
turismo masivo, pues las opciones “eco-friendly” son muy variadas. Para ello, Irán por Libre ofrece información personalizada en español, guías de habla
hispana y ayuda para organizar tu viaje en la fecha que más te convenga.